domingo, 9 de enero de 2011



No pretendas esconderte. Puedes apoyarte en las personas que más quieres, en tu familia, en tus amigos. Pero no puedes escapar del dolor de la soledad, de perder a la persona más importante, de esa sensación de estar vacío. Falta algo, algo que es la base de todo, algo que necesitas más que nada para poder sobrevivir, falta amor. Necesitas que te digas el "te quiero" cada noche, pero se ha ido. Y no volverá tras de ti para repetir todo lo que vivisteis, no. Te ha apartado de su camino como cualquier mierda que estorba, que impide poder hacer las cosas a su antojo y a su aire. Y te ahogas, en ese puñetero estado del que no puedes salir por más que quieras, porque para hacerlo le necesitas y cada vez te vuelves más estúpida y huraña por su culpa, porque no volverás a confiar y te encerrarás en ti misma para no volver a pasar por esos momentos en los que desearías no haberle conocido jamás. Pero queva, volverás a caer como una imbécil una y otra, cayéndote, levantándote y volviéndote a caer, porque así somos, así de estúpidos, pues no aprendemos y seguimos haciendo lo mismo sabiendo lo que vendrá después.

No hay comentarios:

Publicar un comentario