Hay secuencias de películas en las que el sonido de gritos y ruidos está a tope, pero cuando recuerdas esa secuencia mientras tomas un café, la recuerdas en silencio con ruido pero con silencio.
Tal vez pase lo mismo en nuestro film, cuando no conoces las cosas que tus padres consideran importantes de una persona y por lo demás en unos minutos conoces todo lo necesario, en una confesión íntima basada en la aproximación de ambos labios, cuando eso sucede en ese preciso instante se crea una melodía, puede que mañana no os volvais a ver, pero ese momento no os lo quita nadie, puede que pasen los años y la verdad es que seguirás encontrandote en besos vacíos, silenciosos, exasperada buscando escuchar de nuevo esa melodía, que simplemente pertenece al ser de aquella persona que está, lejos, quién sabe dónde, pero estuvo y está. Cuando escuchas una melodía que te hipnotiza, no malgastes esfuerzos porque por muy llenos que estén otros besos de ruido están en silencio...
'La vida no se cuenta por los momentos en los que respiras, sino por aquellos que te quedan sin aliento'
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