domingo, 21 de noviembre de 2010

strong pieces

Aquí estaba, subida en un tren, con rumbo a no sé donde, teniendo la certeza de que no me levantaría bajo el mismo cielo, ese cielo que a veces era de un azul tan intenso que parecía que lo habían sacado de la lavadora. Puro, sin nubes.
Para ser sincera, no paré de llorar, las lágrimas recorrían de norte a sur mi rostro, sin cesar, una detrás de otra, rápidas, con incesante ganas de llegar las primeras hasta el extremo de mi cara.

Detrás dejaba mi vida, y la verdad, aún no he cesado de hacerme la misma pregunta mientras me despierto bajo un cielo diferente, ¿qué fue de mi vida sin mi?

No hay comentarios:

Publicar un comentario